domingo, 13 de agosto de 2017

Me arañan la piel los minutos que paso mirando a los monstruos de mi cabeza. Me exigen reinversión las horas que malgasto en comprenderlos. Los segundos en mi oído chirrian lanzándome insultos hasta que rebosa la botella por la que se escapa mi esencia. Solo comprendo al final, que su deformidad agudiza mi belleza. Y que cada vez que mi tacón clavo en su ojo siento que de ti por fin me despojo.


Gracias Mark Ryden por esta imagen que parece salir del mismo cajón que mis letras...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Grácias por tu comentario, es un placer recibirlo!!!