Te miro directamente a los ojos y
se me olvida que hay seis. Y son tantos que no puedo atender a cada uno como se
merece.
Y la llama de cada uno pasó de la
incandescencia a las cenizas... Y me quemo cada vez que intento recogerlas, por
qué no han perdido su pasión.
Con soplidos las avivo buscando
hielo a selección. Pero no reconozco la derecha, ni la izquierda, y hasta mi
propio centro olvidé.
Me debato entre dos fuegos que
hacen arder la carne de mi pantalón. Y he de ponerme falda porque ardo y ya no
resisto el control.
Reina de mi perdición, coronando
dos imperios que a la par no pueden existir. Sólo quiero fundirme en mí... que
arda la carne en cuya calentura me perdí.
Y entonces miro al cielo y a la
Luz y veo como me desaprueba con su mirada... ¡Pero no me ayuda a elegir!
Mis mariposas se asesinan entre ellas
y yo no puedo ver algo tan bello sufrir.
¡Cobarde!, ¡Cobarde!, ¡Cobarde!
Cobarde hasta tal punto de
perderte por no atreverte a decidir:
Échale Alma a la vida y decidíe bien
cómo vivir.
Porqué las sábanas te empujan con
su hedor. Y ya no te permiten gestar en ellas tu pena y te tiran contra el reloj.
¡Es la hora!, ¡Es la hora!: ya no
hay más. Has sembrado el caos dentro y desde fuera te persigue el dolor.
Cenizas rotas de un corazón
ardiente que oprimen el pecho al robar la respiración.
Incansable corazón que no sabes
ni para qué lates, ni por quien lo haces, ni entiendes el vivir.
Aprieta fuerte... ¡Más! ¡Más!...
hasta que deje de doler. Hasta que tus parpados se peguen y no puedan despertar.
Si no puedes coger tu vida, si no
la puedes moldear... ¿Para qué la quieres?
Llama a la Luz... y pregúntale...
espera a que te ayude aunque sepas que no lo va a hacer.
Y permite que la sangre continúe
bombeando aunque desconozcas por quién.
Que es una máquina de carbón que
no necesita aliciente... éste: tu corazón.
Music by:
LONG Playlist of Relaxing Soft Piano Music to Sleep and Study