miércoles, 25 de febrero de 2015

De Dentro hacia Afuera

   Amnistiada por mí misma, anestesiada de sentir, recupero una cordura que no puedo asegurar haber tenido antes ya. Y es que sé muy pocas cosas, pues por el camino perdí historias y palabras que un día tal vez repetiré. Y se multiplican los senderos que han de llevarme a un único lugar, a mi único lugar. De dentro hacia afuera disperso un vivir que se torna impersonal al expulsarlo de mí. De dentro a fuera es la dirección, sin dejar vacío alguno que desocupar. Solo nuevas estancias en mí creadas para un futuro que ha de existir.
Y no se pueden adelantar acontecimientos que están por escribir, que la goma de mi lápiz acecha incansable sin saber lo que se hace y sin quererlo aprender.  



Una maravillosa fotografia de YANN ATHUS BERTRAND

domingo, 22 de febrero de 2015

Franela y Charol


          Te diría que hace tiempo que te sueño,       
que desde antes de conocerte te anhelo. 
Y te mentiría vilmente si lo hiciera
 pues mis sueños no se atrevieron jamás
 a inventarte...
 No puedes anhelar ni desear algo que,
en su ensueño,
 es un absoluto desconocido que,
 con su gorro de franela,
 te sonríe de medio lado
 en esbozos de incertidumbre. 
 No puedes atreverte a inventarle una mirada 
si no sabes qué rostro viste el Amor
 ni sabes tras de quién se esconde...
Si hasta ignoras de qué color son sus zapatos:
 solo sabes que te encantaría caminar en ellos. 
Probé zapatitos de todos los colores,
 formas y tacones
 buscando los tuyos.
 Y tengo los pies llenos de ampollas 
de caminar por una luna que, tozuda,
 hace aspavientos contra el Sol. 
Desgastados volcanes por el camino 
también han quemado mis zapatos.
 Y el Amor no puede ir descalzo 
porque su sonrisa es demasiado alta
 para no usar tacón.

 Si me rindo y me los quito 
no llegaré a besarle al encontrarlo...
 Ranitas de colores se postraban ante mí, 
pero no había franela en sus sombreros,
ni zapatos de charol.
Pasaba noches en vela sin pararme a descansar,
 buscando una nube que me acoja 
para no gastar tacón.
 La busco de color rosa para asegurarme su final.
Y las negras, verdes y amarillas 
complementan sin llegarme a gustar.
 Insinuante, en una sombra, 
parecía acercarse a mirar 
y se le dibuja una silueta de cuestionable realidad.
 Si entre oscuros y sombreros
 es cómo se ha de amar,
 hasta descalza cerraría los ojos
 tratándote de alcanzar.
Y pensando entre sonrisas ya no te quiero soñar... 
Sólo quiero ser
 el otro lado de tu sonrisa,
 la franela de tu sombrero
 y el tacón que de ti anhelo.

                 La nube rosa que para siempre quiero


El vuelo de las palabras

   Son tantas las veces que me gustaría (y hasta daría la raíz de mi cabello para que así fuese) que las letras de mi teclado se convirtieran en blanco y negro para ser las teclas de un piano. Para ampliar su musicalidad, para ponerle alas más granes que las que mis labios les dan.
   Mi lengua las aplasta contra el paladar empujándolas contra mis dientes donde, ansiosas, anhelan que mis labios las susurren para volar. Si mis dedos pudieran acompañarlas en su viaje con mi música, si pudiera envolverlas en algodón para protegerlas… Si pudiera hacerlas sonar de manera que penetraran en las cabezas de la gente, de forma tan repetitiva que nadie pudiera ya jamás dejarlas de recitar…

   Si pudiera dejar de anhelar lo que no puedo. Si lograra poder conseguir lo que sí soy. Si no llorara lo que anhelo y sonriera a lo que tengo. Mis palabras, risueñas, ya no necesitarían nada, la caricia de mis labios sería suficiente para que su vuelo se perpetuara. El vuelo… de las palabras, de mis palabras. 

martes, 17 de febrero de 2015

Mi minuto para la Sorpresa...

    Tengo escondido en mi pluma un minuto para la Sorpresa, que guardo para poder disfrutar de cada instante, de cada acción.
   La tinta es de colores y se cambia al momento, por criterio de situación.
   A veces alargo los minutos, y la sorpresa es prolongable hasta el anochecer. Y me meto entre las sábanas, sonriente, y le pido a mi pluma que dibuje sueños también:
   Hay noches que mi pluma inventa cosas que soñar. Les pone colores de Arco Iris y hasta me pone alas para volar: las dibuja de algodón y con carboncillo ensombrece el relieve. Así es ella de delicada en su hacer…
   Otras veces coge detalles de realidad y les pone el color que deberían tener, la luz que los debería iluminar. Y me regala sonrisas reales, enraizadas a la Tierra, como una dulce flor.
   Y es en mis sueños donde vuelo, o camino, según mi pluma me dibuja.
   Y al abrir los ojos procuro llenarme de su tinta y brotar con color.

   Adoro los días decorados con mi pluma: tan reales son. Decorados de color sorpresa y de alas con raíz terrenal.


lunes, 16 de febrero de 2015

Príncipe o Sapito...

Príncipe, Sapo o Rana... 

Realmente lo que importa es 

en quién te conviertes TÚ cuando le besas... 



Porque eres TÚ la que realmente importas siempre.... 

Que no te dañe el cristal de tu zapatito... 

(porque entonces es mejor perderlo...)



                                                        Mi corazón en una caja....
                                                                      Tú corazón en una caja  

 Al fondo de los cajones siempre se quedan cosas... olvidadas. Sintiéndose inútiles, innecesarias. Incluso aquellas cosas de las que un día sentíamos que jamás podríamos desprendernos. Y no lo hicimos, no las dejamos, "simplemente" las olvidamos...
   Y siempre es una maravillosa excusa decir que vino el olvido y se las llevó. Y un día descubres que no se las llevó lejos, sinó que las dejó tras la última puerta del armario junto con aquellos incómodos zapatos que nunca te pones. Está convencido que allí no las verás, pero alberga la certeza de que un día abrirás esa puerta.
   Y te encuentras ante un momento en que ese bolso no combina con nada y recuerdas aquellos icomodísimos zapatos que guardaste en ese lugar, y ni te planteas el dolor que te ocasionan, porque van a aportarte un momento de divinez sin igual.  
   Y al abrir esa puerta... ese cajón... Ya sientes que el olor a nostalgia se agarra a tus manos modificando sus movimientos, y sube por tu cuerpo hasta agarrarse a tu aliento dejándote ya sin él.
   Es que el olvido, aliado con los recuerdos que no sabemos valorar, ha guardado tantas cosas en tantos rincones que ya no sabes donde mirar para que no te paralice... Para que no te recuerde lo que decidiste no querer ser guardando muchas cosas en tu armario para olvidarte de ti. Cuantos más zapatos, más bolsos y jerséis más tapado queda ese lugar, más opciones le quitamos a los recuerdos de aflorar.
   Pero sin esos recuerdos, sin ese saber, se hace difícil forjar tu SER, tu existir real. Porque un día abriste un cajón y caíste al suelo redonda al ver que el olvido había escondido allí el Amor. Lo envolvió entre sonrisas que ya no necesitabas y allí lo dejó.
                                                                                    


                                                                       ¿Qué hago con mi Amor en una caja...?




viernes, 13 de febrero de 2015

Añorando al gato...

   Alícia vio al gato, rosa y risueño y admiraba su sonrisa incondicional, irónica... Dispuesta a perdurar hasta después de su propia sombra. Ella no podía comprender sus dientes e incluso le molestaba su sonido. Lo que a ella le abrumaba, a él le divertía y parecía con gozo disfrutar. La admiración se convertía en pesar, en incómoda molestia que deseaba aniquilar. 
   Quan molestosa y ostentosa sonrisa se atreve a esbozar... Encontrándome yo perdida y sin saber ya qué buscar, hace un chiste de mi desesperación, una ironía de satisfacción. 
   Y cuando su blancura se esfumó, Alícia no pudo por menos que añorar aquello que antes tanto le molestó. 




   Vuelve gato Risón, Chesire a quien añoro, ironía que devoro. Que tu sonrisa y mi color harán que tu rosa alcance en nosotros la perfección... 


jueves, 12 de febrero de 2015

   Cuando sientes que te cuesta ser feliz, que se te escapan las opciones, que la vida se acorta...
   Lo más importante es ser consciente de la responsabilidad que en ello tienes. 
Que no puedes sentarte a esperar que la vida pase, y hacerlo llorando lamentos por falta de intensidad y fuerza de tus momentos. 
   Porque si no intervienes, si solo miras, no moldeas. Y pretendes tener derecho a quejarte por aquello que no cambiaste, que no te diste la importància que merecías y ahora victimizas. 
   Si te sientas a mirar la vida, si reniegas de vivirla, asume que tus quejas por ella no van a redefinirla. 
   Al tomar conciencia de ti misma, de la intransferibilidad de tu vida, podrás coger las riendas y VIVIRLA.



Tú decides si sentarte a mirar 
o salir al mundo y volar...

Disfruta del viento y de las nubes y siéntate a descansar cuando ya no puedas más...

lunes, 9 de febrero de 2015

     A menudo me pierdo entre palabras y le quito valor al significado; envuelta y tentada por la pasión de su sonido, de su presencia.
     Han sido tantas las veces que me he preguntado si el mundo me entendía… Creo que fueron tantas como las que dejó de importarme.
     Y al escucharme yo misma soy consciente de cómo sueno, y bajé el volumen tantas veces que ahora ya ni tengo botón de apagado.
     Y recuerdo cuando estaba encendida y en OFF y como cualquier otro utensilio, en Stand By gasto energía sin funcionar.

     Y no tengo anhelos de aquello, pero conservo el botón de postergar… Y sé que si lo aplazo, sea lo que sea, no lo volveré a recuperar; no me volveré a recuperar