Entre cenizas de algodón de azúcar combino el rosa y el negro a selección. Pero he perdido criterio de contrastes y ya no tengo claro a cual permitir dominar... El criterio de circunstancia también se ha visto afectado por la devastación y no puedo confiar en él para pintar.
Bocetos de dibujos inventados se han escondido en mi lápiz y de olvidan que yo ya no soy adecuada para dejarlos salir.
He perdido los colores dentro de un bote de jabón, cuyo olor me prometió eternizar la luz de los colores si allí los guardaba.
Pero no cumplió y ahora dudo de si leí bien su palabra o solo fui yo quien así lo quiso entender...
En el desarrollar habitual de nuestros días, de los quehaceres más normales que realizamos sin dar la más mínima importancia al hecho en si... de repente nos topamos con impedimentos fruto de que el mundo no nos tiene en cuenta, no respeta nuestros seres, nuestras posibilidades para afrontar situaciones que se nos complican. Y no deberíamos tener que preocuparnos por no llegar a solucionarlas. No podemos invertir tiempo en pequeñeces. El Mundo debería pensar en nosotros cada vez que gira, y nosotros saber girar con él, para no tener que viajar siempre con una escalera para llegar donde el mundo se nos aleja haciéndonos sentir pequeños cuando, sin serlo, aprendemos que el Mundo se empeña en hacerse grande muy a nuestro pesar. Y pasamos por la vida de puntillas, buscando peldaños para llegar, cuando debería agacharse ante nosotros y brindarnos su esplendor. Nunca olvides la escalera que te da acceso a tu vida, a tu tranquilidad, a satisfacer una necesidad tan primaria como es funcionar...