La sonrisa del Gato hace que el ratón olvide cual es su esencia... y baje la guardia.
viernes, 2 de febrero de 2018
Soy...
Es mi silbido el que hace temblar los oídos del viento. Son mis pisadas las que hacen quebrarse al suelo. Es el sonido de mis aplausos el que causa estragos. Es cuando danzo piruetas que se provacan los tornados. Cuando tiemblo en el agua me sobrepasan las olas. Soy la Fuerza que da agujas al Sol para que de la hora, la que a veces tras de tí asoma. Soy la Fuerza que tropieza con las hojas pues se desconoce en presencia y no reconoce ni su propio aroma
miércoles, 24 de enero de 2018
Por dentro de mi abrigo...
Con un abrigo bonito y calentito sales a la calle dispuesta a fingir que te apetece hacer resonar tus pasos.
Pero ese abrigo, desgarrado por dentro tiene roto su interior por el desgaste al que es sometido el forro...
Cuidado por fuera nadie sospecharía que está echo trizas... y bien cepillado su exterior camufla muy bien su estado.
Mujeres desgarradas (a veces por ellas mismas) se esfuerzan en poner siempre buena cara mientras gastan todo el sueldo en parches y tiritas con los que pretenden esconder las penas.
Sonríe si lo sientes y llora el desgarro si acontece.
Qué lindos lucen los parches cuando se muestran sin tapujos. Con el abrigo del revés donde se muestra rajado el forro me planto en la calle a cubrirme del frío con la piel de gallina que no osa rozar al Mundo.
Pero ese abrigo, desgarrado por dentro tiene roto su interior por el desgaste al que es sometido el forro...
Cuidado por fuera nadie sospecharía que está echo trizas... y bien cepillado su exterior camufla muy bien su estado.
Mujeres desgarradas (a veces por ellas mismas) se esfuerzan en poner siempre buena cara mientras gastan todo el sueldo en parches y tiritas con los que pretenden esconder las penas.
Sonríe si lo sientes y llora el desgarro si acontece.
Qué lindos lucen los parches cuando se muestran sin tapujos. Con el abrigo del revés donde se muestra rajado el forro me planto en la calle a cubrirme del frío con la piel de gallina que no osa rozar al Mundo.
Una maravillosa imagen de Mark Ryden
viernes, 19 de enero de 2018
"Lo que yo te quiero solo lo sabe el viento"
A veces no sabemos qué color tiene el dolor... y que sea blanco y negro suele ayudar a su confusión...
El mío es recordar el roce de unos bigotitos en mi corazón...
jueves, 30 de noviembre de 2017
"Soplidos de Tiempo"
Se tornan momentos los recuerdos
cada vez que soplas lento tu deseo
cada vez que soplas lento tu deseo
Es por esto que aprieto fuerte mis pétalos:
Para no perderme nunca entre el viento. Esperando deambular sola hasta que perderme se convierta en mi momento:
El de superar el miedo.
lunes, 27 de noviembre de 2017
SOY
Es mi silvido el que hace temblar los oídos del viento. Son mis pisadas las que hacen quebrarse al suelo. Es el sonido de mis aplausos el que causa estragos. Es cuando danzo piruetas que se provacan los tornados. Cuando tiemblo en el agua me sobrepasan las olas. Soy la Fuerza que da agujas al Sol para que de la hora, la que a veces tras de tí asoma. Soy la Fuerza que tropieza con las hojas pues se desconoce en presencia y no reconoce ni su propio aroma
¿A qué lado del espejo me espero...?
De cada madriguera bifurcaciones por cientos me atormentan. Deseando lugares en los que perderme temo a mis propios pensamientos. En anhelo de escondites me pierdo por encontrarme sin saber lo que busco. A través del espejo... ¿estoy allí o al otro lado? Donde no encuentro derechas ni izquierdas por no encontrar mis dos lados. Mi parte cuerda se esconde bajo los refajos de la parte enajenada des de la que siempre hablo... Buscando mi conejo (no importa si no es blanco) para que me ayude con el camino a ver si así por fin me largo...
Una maravillosa imagen de Mark Ryden
¿Mis dragones...?
Me dijeron de pequeña que debia matar dragones. Aunque no me explicaron muy bien cómo... ¡Ah si! Ya recuerdo: debía esperar paciente y preciosa a que se fueran solos (en mi época ya ni creiamos en Sant Jordis que nos matarían un dragón a cambio de un polvo). Así que me puse unos tacones, un lazo y un tutú y a esperar la compasión de las tormentas de mi cabeza. De tanto taconear ya no tenía claro si se iban los dragones o de si a mi lado se quedaban sin que yo los oiera llegar. Y me acostumbré a vivir con ellos... Les cogí cariño al final y todo. De mirarlos a los ojos me di cuenta de que tal vez no era necesario matarlos... No sé... podría clavarles una lanza pero sin dañarlos... Establecimos así el juego de la princesa con su lanza matando dragones pordoquier sin sentir ni padecer. Sin que nadie pudiera rasgar para nada mi falda. Haciendo el paripé cargando dragones a la espalda con los que aprendí a entenderme bien. Pero era broma todo: yo nunca los maté. Reeduqué dagones grandes, fuertes y de todos los colores solo mirándoles a los ojos durante años y aprendí tanto de su mano que sería incapaz de hacerles daño. Dragones reintegrados con una lanza inventada que en mis manos no hace daño. Pues lo que a sangre duele no a sangre muere...
Una maravillosa ilustración de Mark Ryden
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