domingo, 14 de febrero de 2016

Generación sin abrazos


Las huellas que dejan tus parpadeos en la arena no son más que una nueva invitación al viento.
y lo convierte en el perfecto aliado para esparcir recuerdos: para permitirles que vuelen lento.
Antes llenaba de arena mis manos y dejaba en cada granito mi aliento para perpetuar mi deseo, utilizando el soplido de las nubes para que mi Amor te llegara. Porque a decírtelo no me atrevo.
ese muro de cristal que me dejas en herencia, ese velo que desde ancestros veo.
Y si tocarse está mal, si no hace falta... ¿como te acaricio si de ruegos yo nada entiendo...?
No vi nunca los besos, los robaba a escondidas cuando no me veía ni el tiempo. y me decidí a aprender sola las opciones que labios y mejillas ofrecían a una familia. 
Lo que tocar un hombro daba a un rostro resquebrajado, el respiro que para él suponía.
Y lo bellos que suenan los te quietos de los niños a los que les brota de un corazón sin censura, de un Alma aun sin ruptura.
Estalló el cajón donde guardaba los abrazos y ya no puedo controlarlos, y algún te quiero suena incauto que por allí en medio quedó guardado.
Amores y cariños infiltrados que fueron exigidamente acallados. ¡Prohibido exteriorizarlos!.

La generación de los niños no abrazados, apenas tocados... adultos que se sienten olvidados. Que rechazan tocarse o que en el sexo se pierden.

Llantos jamás acallados, demandas no escuchadas. Cariño solicitado por carta, que en correos debió perderse, pues respuestas por llegar se esperan por generaciones que tras años se declaran hartas.

Que la terapia te acompañe mientras descubres que mamá no te abrazaba, y que papá solo trabajaba.
Porque los libros decían, porque los médicos hablaban, porque al amarlo el niño se malcriaba..

Y en la sala de espera del psiquiatra esperando el prozac huele todo a consecuencias de tabúes para amar.

martes, 8 de diciembre de 2015

Cuco entre Agujas

   Los reveses del tiempo devastan cuerpos, corazones y Amores. Y llegué a odiar tanto su paso que colgarme de sus agujas fue cuanto se me ocurrió para intentarlo romper. 
  Y el acero inoxidable jamás fue tan fuerte como entonces, y me sostiene a modo de péndulo utilizándome a su favor. 
  Yo le grito, enfadada, frustrada y humillada. Ansió doblegarlo a mi antojo y moldearlo a mi placer... y él, que no cede, entre risas y burlas me condena a ser su esclava y ahora hasta deseo ser el cuco de su reloj.  



jueves, 5 de noviembre de 2015

Más Bella que Durmiente



Me resultó siempre difícil decidirme... 
Entre el blanco y el negro elegir Rosa fue lo que siempre me resultó más fácil,
 a sabiendas de que todos esperaban que eligiera gris por deferencia 
(o más bien por miedo a discrepar). 
Una vida en la que todos me consideraban buena, 
y no era otra cosa que conformista y tonta a rabiar. 
Encerrada desde siempre por un miedo que no era mío y que en vida heredé,
 y no me atreví a manifestar mi descontento 
porque al no ser más que un personaje de cuento,
 mi libertad y credibilidad fueron dones que perdí. 

Y ni el huso de una rueca puede llegarme a adormecer: que yo quiero vivir la vida des de fuera de los muros y no parar nunca de correr. 

Pero en lo complejo de los planes hay que saber fingir
 y puedo esperar tu beso haciéndome la dormida mientras me acabo de decidir. Y aun cuando tus labios intentan rozar ya mis labios 
dudo de si te lo voy a permitir.  





                               Una MARAVILLOSA imagen de Manuel de Los Galanes

viernes, 18 de septiembre de 2015

El tiempo que no cuento

Hace tiempo
que no me paro a contar horas. 
Hace minutos
que no se me acaban los días. 

Y por cada lustro que malgasto
siento casi como me fundo. 

Me estremezco con el "tic tac"
de mi pulsera
cada vez que me aparto el pelo, 
porqué me recuerda que es cierto:
que hace ya demasiado
que te espero

Se parece al sonido 
de los hielos 
cuando chocaban en mi copa, 
cuando te esperaba... sola

Me recuerda 
al ruido de mis tacones
al ir inquietos en tu busca. 

Puedo oír en él las campanadas 
que repican
proclamando nuestro Amor
porque no había nada más importante 
por lo que despertar a un pueblo entero. 

El "tic tac" de mi pulsera 
suena como el chasquear de mis dedos
cuando intento detener el tiempo. 

Enganchada a mi muñeca 
me recuerda el paso
de tu cuerpo. 
No me dice cuánto más
aguantará tu olor
en mi cuello... 

Pero me advierte de que acabará sucediendo... 

Quiero arrancar cada minuto
para que se alarguen las horas, 
porque aun no tengo claro
qué quiero. 

Los días prometieron curarme, 
se lo dijeron a las lágrimas
de mi espejo. 
y me explicaron cuales eran sus planes: 
querían, poco a poco, 
de mi corazón sacarte, 
de mi mente borrarte. 

Y me asusté 
porque temí entonces 
que estuvieras preso en el reloj
y de nada le sirvieran, 
a los días, 
sus planes. 

¿Y si no quiero olvidarte?

Se le ha olvidado 
a la aguja de las horas
que no hay dolor suficiente
capaz de hacer que no quiera
recordarte...

Me arrancaría el reloj
y lo haría volar por el balcón. 

Pero creo que vives 
en sus agujas
porque así lo elegí yo

Y sola en el bar 
suenan mis tacones
buscando hielo
que tengo demasiado que explicarle a mi reloj.  

viernes, 14 de agosto de 2015

Tu luz en los infiernos


     Entre el cielo y los infiernos y la luz y la oscuridad hay tonos de colores y oscilaciones de iluminación.  Y cabalgamos entre ellos sin ser siempre conscientes y a veces provocamos nuestra propia cautividad


viernes, 7 de agosto de 2015

Maullando en tus sábanas, resurgiendo en ellas


    Lo infinito de tus curvas despierta mi inquietud. Reaviva deseos que perdí al abandonarte, al renegar de mí. Me permití olvidar esencias de las que jamás debí escapar. Reniego del olvido y de esa parte de mí. Ahora he descubierto el deseo y la pasión, el sexo que me inunda a tu lado y la impaciencia que me apresa cuando no te siento en mí.
     He encontrado al animal que reside en mi interior, a la furia que me inunda despertando mi sed de ti… La que hace que el calor enrojezca cada centímetro de mi piel, cada milímetro de mi Alma cuando el deseo me apresa y me lleva entre tus dedos y en la fuerza de tu pelvis se pierde.
     Y me siento fuera de mí cada vez que cierro los ojos y no veo otro recuerdo que el de tus jadeos en mis oídos, el de mis uñas en tu piel, el sonido de tu pantalón al caer, de mi blusa al rasgarse.
     Y acumulo recuerdos que guardo en el cajón del onanismo que dedico a tu piel, lleno de ti, de los momentos que no paso contigo, que son anhelo de deseo y jadeo de tu piel.
     Y no puedo por menos que buscar en mis bolsillos la llave que me conduce a ti, la de la puerta tras la cual se esconde el éxtasis real, las sábanas entre las cuales me arrastro incandescente guiando la búsqueda de mis labios que, entreabiertos, buscan saciar mi hambre de ti: devorarte a pedacitos para que me dures el máximo de tiempo dentro de mí. Para hacer que sea eterna la noche en que me cuelo en tus sábanas y te hago ser solo para mí.


     En lo oscuro del momento no te permito mirar… ha llegado la sorpresa: la gata que se cuela en tus sueños y maullando los hace realidad, esa dosis de vida y energía que llega a tu cama como un regalo, donde mis dedos se pierden en tu pelo estirando con fuerza para hacerse notar, donde la pasión de los besos se hace evidente por lo intenso de la brusquedad de sus movimientos. Respiraciones que, en su fusión, hacen arder los polos y deshielan cualquier iglú. Porque el mundo se para en el hueco que forman nuestros ombligos al juntarse, y se queda allí parado esperando el éxtasis final, que llega a voz en grito expulsando un orgasmo sin igual.